Es muy frecuente escuchar que la
música ayuda a estudiar, a tranquilizarse, a crear mejores ambientes e incluso
a ser mejores personas.
Durante mucho tiempo la música ha
sido una herramienta de trabajo en diversos entornos terapéuticos y utilizada
por diversos profesionales sanitarios. La musicoterapia es sin duda una herramienta
potentísima que ayuda a los diversos usuarios y usuarias de estos entornos
terapéuticos a mejorar su bienestar físico, psicológico y social.
En nuestra Unidad de Estancia Diurna
de Aguadulce utilizamos la música como recurso de relajación, de estimulación
cognitiva, de socialización, etc., mejorando el bienestar de nuestros usuarios
y usuarias.
¿Pero qué es la musicoterapia?
En general podemos decir que la
musicoterapia es el uso de la música como herramienta terapéutica para
estimular procesos cognitivos, emocionales y sociales en las personas. Como
otra herramienta terapéutica, es indispensable discriminar su uso, ya que
debemos tener en cuenta las características y necesidades de cada individuo. Se
puede realizar de manera individual o grupal según los objetivos o actividad
que se esté realizando.
A través de la musicoterapia se busca estimular a la persona, promover y
mejorar su comunicación, las relaciones interpersonales, la manera de
expresarse e incluso aprender. En definitiva, se logra restaurar o potenciar
las funciones de las personas, tanto en el ámbito personal como en el social.
¿Podemos utilizar la musicoterapia en
una Unidad de Estancia Diurna para personas mayores?
La respuesta es: “por supuesto que sí”.
Científicamente se ha demostrado que la capacidad de procesar sonidos, la voz y
la música es de los primeros procesos cognitivos que se desarrollan al nacer y
que se mantiene durante las últimas etapas de la vida. Incluso en aquellos
casos donde se pierde la capacidad de hablar ciertas habilidades musicales se
mantendrían intactas.
Es por eso que en usuarios/as que por
diversos cuadros de demencia como el Alzheimer desarrollan deterioro cognitivo
severo, la estimulación musical puede llegar a ser un vehículo de comunicación
y de expresión.
En nuestro centro solemos utilizar la
música incluso con nuestros usuarios más deteriorados; en la mayoría de casos
podemos observar reacciones de todo tipo que no se consiguen con otro tipo de
estimulación ya que aumenta la respuesta emocional, mejora la predisposición a
realizar actividades y favorece su autoestima.
¿Qué tipo de beneficios específicos
podemos describir en personas mayores?:
A nivel cognitivo: se estimula las habilidades
verbales, mejora la orientación espacial y temporal y las capacidades de
atención y concentración. Si es una melodía que repetimos varias veces estimularemos
la memoria a corto y largo plazo, favoreciendo la actividad mental a través de
procesos de aprendizaje y la creatividad.
A nivel físico: a través de actividades de tipo
musical se logra estimular la movilidad del cuerpo, se ejercitan articulaciones
y músculos, lo que al final termina siendo un relajante natural para la
persona, disminuyendo el estrés físico y mental. A través de la música y
especialmente del ritmo se permite mejorar la coordinación de movimientos,
favoreciendo el sistema motor y el equilibrio.
A nivel emocional: normalmente las actividades de tipo
musical suelen ser agradables para las personas mayores. A través de la
musicoterapia se crean ambientes participativos y de comunicación, se fomenta
la interacción entre los miembros de un grupo y por tanto se evita el
aislamiento, el propio abandono y procesos depresivos. Por otro lado la
musicoterapia ayuda a que la persona exprese emociones, que las comparta con
los demás y que le ayude a recordar y reflexionar sobre los sentimientos que le
provocan.
En resumen, la música y su aplicación
a través de la musicoterapia es una herramienta de gran valor que puede ayudar
a mejorar la vida de las personas. Estimula procesos cognitivos, activa
aspectos físicos y genera diversas respuestas emocionales. Su utilidad está
comprobada en diversos entornos de atención psicosocial y que por supuesto
puede aplicarse en centros de mayores residenciales o de estancia diurna.
Manuel Silva Camacho
Psicólogo
UED
ASISTTEL Aguadulce