lunes, 27 de noviembre de 2017

Demencia senil y enfermedad de Alzheimer


Remedios Jiménez
Enfermera UED Aguadulce

                Uno de los mayores avances en salud que ha dado lugar la Medicina actual, es el aumento de la esperanza de vida, es decir, vivimos más años que generaciones anteriores. Pero esto tiene una desventaja o contrapartida que es la aparición de enfermedades relacionadas con la edad o con el propio envejecimiento. Es el caso de la Demencia senil y Enfermedad de Alzheimer de los que hablaremos en el siguiente artículo.

Es importante que sepamos diferenciar entre Demencia Senil y Enfermedad de Alzheimer. Son términos que muy a menudo se confunden y se usan en el lenguaje cotidiano para designar la misma enfermedad;  y aunque pueden coincidir en determinados puntos, son claramente diferentes. Ambos son procesos neurodegenerativos, con inicio insidioso,  evolución progresiva y  no tienen cura. En la actualidad, se utilizan tratamientos para paliar su sintomatología.

Al hablar de Demencia Senil, estamos refiriéndonos a un deterioro del funcionamiento normal del cerebro provocado normalmente por el propio envejecimiento. Su aparición suele darse en edades avanzadas.  Las áreas afectadas en la demencia son las de pensamiento, lenguaje y memoria, por lo que la persona presenta:


  • Dificultad para razonar.
  • Dificultad para hablar y expresarse, y por tanto para relacionarse.
  • Dificultad para recordar hechos recientes, ya que la memoria afectada es la Memoria a corto plazo.


        Todo esto provoca que la persona vaya perdiendo capacidad para realizar actividades básicas como bañarse, vestirse o acicalarse, e incluso tenga problemas para la comunicación, por lo que no puede realizar una vida normal y necesita la ayuda de un/a cuidador/a.

      La Enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia senil más frecuente. Su inicio puede producirse en edades más tempranas, y como su propio nombre indica es una enfermedad, con una serie de etapas cuyas consecuencias terminan por provocar el fallecimiento de la persona debido a neumonía, atragantamientos, infecciones, etc. 

        Como hemos dicho la Enfermedad de Alzheimer se desarrolla normalmente en tres etapas, con una duración aproximada de unos tres años  cada una. En cada una de esas etapas la persona va perdiendo capacidades que afectan también, al igual que la Demencia, a las áreas del razonamiento, lenguaje y memoria. La evolución es lenta y desemboca en una incapacidad total tanto física como psicológica y social de la persona para cuidarse a sí misma y desenvolverse en la sociedad. Por lo que requiere de los cuidados continuos de un/a cuidador/a que atienda dichas necesidades.

      Aunque a día de hoy no se conoce la forma de prevenir la aparición de la demencia y del Alzheimer, sí están recomendados una serie de hábitos saludables que nos ayudan a mejorar las funciones cognitivas y retrasar el envejecimiento:

  • Evitar el sedentarismo: realizar ejercicio físico diariamente de forma moderada contribuye a mejorar la memoria, especialmente la realización de aquellos deportes en los que hay que prestar más atención. Caminar o bailar pueden ser opciones muy saludables.
  • Alimentación saludable: llevar una dieta equilibrada, rica en todo tipo de nutrientes, no solo evita la aparición de enfermedades físicas, sino que también ayuda a mejorar nuestro funcionamiento cerebral.
  • Estimular la mente: realizar actividades como pasatiempos, puzzles, dibujar, leer… tienen beneficios directos para mejorar nuestra capacidad cognitiva.

Espero que os resulte de interés este artículo y para cualquier duda estoy a vuestra disposición en el email enfermeriaaguadulce@asisttel.com

Un abrazo.

Remedios Jiménez Montesino
Diplomada en Enfermería 
Unidad de Estancia Diurna de Aguadulce (Sevilla)